Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida. Oseas 11.4
Dios tiende sobre nosotros un lazo mas fuerte que cualquier otro, un lazo cuya fuerza no radica en nada físico y material, sino en su esencia misma, en Amor. Un lazo que no obliga, ni maltrata ni atropella, un lazo que nos recuerda el inmenso amor que siente por su creación y aún más por sus hijos.
Deberíamos sentirnos privilegiados por tan grande bondad de Dios para nosotros, que sin merecerlo nos amó, pero deberíamos ir un poco mas allá y devolver parte de ese gran amor... amándolo, amándolo como lo más importante de la vida, no solo de labios, sino también de obra. debemos corresponder a ese gran amor que tuvo para con nosotros, que siendo aún pecadores, vino y murió por nosotros, para que nada malo nos pasara.
su amor y gracia me bastan
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