Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis. Marcos 12.27
Mucho y muchos son los que yerran al considerar que solo cuando se deja de respirar se está muerto. La muerte espiritual se presenta en muchas maneras: Drogas, alcohol, cigarrillo, prostitución, pandillas, en asaltos, en crímenes innombrables, secuestros, violaciones, hogares desechos, desamor, depresión, soledad y una cantidad semejante sin número.
Desde que se empieza a practicar el mal y se deja de ser niño moralmente, se está muerto. Es entonces cuando el autor de la vida opera un nuevo cambio en aquel que lo recibe. Solo Cristo puede ofrecer lo que se necesita para transformar la vida del hombre pecador, perdonar las maldades mas infames por muchas que sean y dar una nueva esperanza y una nueva vida. Cristo hoy extiende su mano para ofrecer una nueva oportunidad a aquel que le quiera recibir.
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