FORTALECEOS EN EL SEÑOR

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Efesios 6.10.

Hemos visto por noticias, que cuando el hombre se vanagloria de todos sus adelantos técnicos y científicos, llega un desastre natural y borra todo lo que ha hecho. Si comparamos nuestra fuerza con la de la naturaleza nos damos cuenta que somos insignificantes, cuanto más si nos comparamos con Dios.

Nunca se debe confiar en las fuerzas propias ni en la de los hombres, siempre debemos meternos en Dios, confiar en su poder, en su fuerza. A Él le obedece el viento,  si a alguno le falta fe, pídala a Dios. Si alguno le falta sabiduría, pídala a Dios, si a alguno le falta fuerza, el da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna. Debemos tener adelantos, si, pero espirituales, poder darle la honra y la gloria a Dios, antes que a nosotros mismos o a los hombres.

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