Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Juan 6.68
En los tiempos actuales en que se predica un evangelio facilista, un evangelio de prosperidad, sin compromiso, donde lo importante es agradar a las personas para que asistan y poder mostrar un número, donde ya lo importante no es el mensaje o la Palabra, sino el predicador, el cual se convierte en un artista al que hay que ir a ver y comentar su show.
Existe un grupo que no ha cambiado desde tiempo antiguo, que sigue buscando la verdad, que sigue anhelando palabras de vida eterna, que necesita que Cristo tome el control de sus vidas, son creyentes que no buscan que les prediquen lo que quieren oír, sino lo que necesitan oír, la Palabra de la Cruz, las verdades de Jesucristo, aunque en ocasiones duela. Necesitamos esa leche espiritual no adulterada de espectáculos y modernidad, necesitamos volver a la senda antigua, necesitamos que Jesús reine en nuestros corazones, porque solo Él tiene palabras de vida eterna.
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