LIBERTAD A LOS CAUTIVOS

El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos. Lucas 4.18
Aunque muchos a los que les predicó en esa ocasión no le creyeron. La Escritura sí se cumplió en él. Jesús fue el primero en anunciar el evangelio, las buenas nuevas de salvación a los perdidos, llamando pueblo suyo a los que no eran pueblo suyo. A los pobres espirituales que no tenían nada propio que ofrecer, pero que al ser redimidos ahora poseen grandes tesoros en cielo. A los cautivos por las cadenas del pecado, deleites del mundo, esclavizados por lazos tan fuertes que sienten que su vida no vale y se les escapa.
A los ciegos que viendo las maravillas de Dios no las comprenden. Libertad para no seguir siendo esclavos del diablo, el mundo, ni la carne. Hoy Dios sigue llamando y ofreciendo una vida nueva a todo aquel que le quiere escuchar. Él sigue tocando a la puerta, y si alguno oye hoy su voz, ábrale la puerta de su corazón para que él entre a morar en su vida.

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