Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. Salmos 34.19.
Pensar en las dificultades que
nos acompañan a los creyentes, cualquiera diría como en su momento le dijeron
al salmista: ¿en dónde está tu Dios?. Si se mira desde afuera, con los ojos
materiales pareciese que no hay ninguna diferencia entre el creyente y el
incrédulo, deudas, problemas con los hijos, en el trabajo, etc. Pero algo he
visto yo, una diferencia clara, y es que podrá pasar necesidad pero nunca está
desamparado.
Que cuando más aflicciones y
dificultades se presentan en la vida del creyente, más se mueve la mano
poderosa de Dios en su vida, haciéndole reconocer que si no fuese por su
inmenso amor y misericordia sería imposible hallar una salida. Tenemos una
esperanza, Dios nos sostendrá con su mano poderosa, nos cubrirá con sus alas y
no permitirá que ni saeta que vuele de día ni terror nocturno se acerque a
nuestra vida, porque él puso la suya para librarnos. Seguir a Jesús, confía en Él y estemos
seguros que nos librará y nos llevará de victoria en victoria.
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