GUÍAME EN EL CAMINO ETERNO


Y ve si en mi hay camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmos 139.24

Andar por un camino que nunca se ha transitado, aun cuando se tenga las claves y descripciones, ante cualquier descuido se puede perder. Alguno dirá que hoy se cuenta con GPS para no perder el rumbo, y es cierto, pero ¿qué pasa en el camino que conduce al cielo? ¿Podrá existir un GPS construido por el hombre que nos pueda llegar a la vida eterna?




Definitivamente no, pero ante tantos caminos creados por los hombres, y tantos descuidos por parte de los creyentes, en ocasiones nos hallamos transitando por diferentes caminos, Entonces, Dios mismo se ofrece a guiarnos, a ser nuestro GPS, ser nuestra luz en la oscuridad para que nunca nos desviemos del camino trazado por Cristo en la luz del calvario. Muchos de nuestros descuidos nos ha llevado a cometer torpezas muy difíciles de enderezar, pero Dios mismo endereza nuestros pasos para que nuestros pies no tropiecen en piedra, ni se enreden en caminos de muerte. Solo debemos tomar la decisión de permitirle a nuestro amado Salvador que nos guíe, dejar nuestra altivez a un lado para dejarnos llevar por donde él quiera.

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