David respondió a Saúl: Tu siervo era
pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba
algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su
boca; 1Sa 17:34 – 35.
En la antigüedad los padres debían
proteger a sus hijos de fieras salvajes, pero hoy, se deben proteger de una
sociedad violenta y convulsa que ha perdido los valores éticos y morales. De
familiares abusadores, ladrones y pederastas mientras son inocentes. Pero
luego, los amigos, el colegio, la televisión, el internet, las redes sociales…
se está construyendo toda una red de consumo para atraerlos cada vez más
jóvenes y separarlos de sus familiares que los cuidan.
Hoy, como padres, debemos retomar los
valores que fueron escritos tiempo atrás. Cielo, tierra y modas pasarán, pero
la Palabra del Señor seguirá siendo efectiva a través de generaciones. Enseñémosle
a nuestros pequeños el amor al Señor y al prójimo, que cuando sean grandes, serán
personas de bien, instruidos para toda buena obra.
No permitas que el mundo te arrebate
a tus hijos, pelea por ellos, defiéndelos a capa y espada, déjate la piel, así
tengas que ir a rescatarlos de la boca del oso y el león, así te enfrentes a
bestias y demonios, recuerda que son tus hijos, ellos confían en ti, guardan la
esperanza que en algún momento tu irás por ellos. Dios los puso en tu regazo
para que los protegieras, enséñales el amor de verdad, el amor que viene de lo
alto y sobrepasa todo conocimiento, el amor de Dios y que así como Dios nos
ama, tú los amas a ellos.
Comentarios
Publicar un comentario