Y Naamán se fue enojado, diciendo: He
aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de
Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 2 Reyes
5:11
La tecnología avanza a pasos
agigantados, pero en lugar de darnos más tiempo, parece que necesitamos más
horas al día para hacer todo lo que toca hacer, eso causa que queramos las
cosas ya. Nos volvemos inmediatistas, queremos resultados para ayer, no tenemos
tiempo para esperar y la paciencia es una virtud que ahora poco se ve.
Así que ahora, también queremos
gobernar sobre Dios, sabemos que tiene la facultad de obrar milagros, pero no
tenemos tiempo para buscarle así que ansiamos que nos responda de inmediato
para seguir en lo nuestro. Y si no lo hace…
Pero es que Dios tiene un propósito
diferente para nosotros, anhela tenernos cerca suyo, que nos volvamos a unir a
él, no quiere que andemos como ovejas sin pastor. Desea algo mucho mejor para
nosotros, una nueva vida, una vida mucho mejor. Su milagro no es algo mecánico,
el milagro que quiere obrar en nosotros tiene la cualidad de sorprendernos, el
milagro, somos nosotros, como teniendo tantos defectos y siendo el tan perfecto,
es capaz de amarnos y hacer todo por nosotros, Ni su propia vida escatimó. Recuerda,
cuando el queda en silencio es porque está trabajando, no creas que no te
escucha, confía, la respuesta llegará, en el momento oportuno. Solamente he de
esperar en Él, salvación mía y castillo mío.
Déjate sorprender por Dios.
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