Señor donde tu estes, alli quiero estar |
Y volviéndose Jesús, y viendo que le
seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es,
Maestro), ¿dónde moras? Juan 1:38
Hay ocasiones en que escuchamos que a alguien
le ocurrió algo en tal lado, y lo primero que se nos pasa por la mente es: ¿y
que hacía a esa hora en ese lugar?, hay lugares que ni siquiera de día,
deberíamos visitar, así como hay lugares asombrosos para estar, hay otros tan
peligrosos, que debemos evitar.
El salmista dijo: Mejor es un día en
tus atrios que mil fuera de ellos, como cristianos, como seguidores de Él, no
hay mejor lugar que estar donde está el Señor, que hermoso es cuando podemos
postrarnos a sus pies, cuando en medio de nuestra dificultad nos arrodillamos,
clamamos a él y él nos escucha.
Y es que en medio de nuestras debilidades, de nuestras angustias, necesitamos una mano amiga que nos levante, un lugar donde refugiarnos, que mejor lugar que en la presencia del Señor. Cuando todos nos han fallado, cuando el mundo y aquellos en quienes confiábamos nos han dado la espalda, encontramos esa mano amiga de parte del Señor, sabemos que nunca nos ha fallado, ni nos fallará, tal vez hemos sido ingratos, pero en su mirada nunca hay reproche para nosotros, sus brazos, están abiertos para recibirnos, para decirnos que nos ama, que sin importar lo duro de la dificultad, el desea sacarnos de allí y llevarnos a un lugar mejor, donde él mora, que mejor sitio en esta tierra para estar que donde esté el Señor, y en donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad, allí envía el Señor bendición y vida eterna. ¿Quieres conocer donde mora el Señor? Ven y ve.
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